La ley de desregulación eléctrica entró en vigor en el estado de Texas el 01 de enero de 2002.
La desregulación le proporciona a la mayoría de los texanos el derecho a elegir su proveedor minorista de electricidad (REP). Este derecho es válido para los residentes que reciben el servicio de una empresa que no es propiedad de un municipio o de una cooperativa de servicios.
Antes de la desregulación nadie podía elegir quién le suministraba el servicio de luz eléctrica ya que sólo existía un proveedor para cada área de servicio. Con la desregulación, el antiguo monopolio de servicios públicos se dividió en tres tipos de empresas diferentes: generación, transmisión y distribución, y funciones comerciales.
Las empresas de transmisión y distribución en todo el estado están todavía reguladas, como siempre lo han estado. Estas empresas son responsables de instalar todas las líneas de transmisión y distribución que transportan la energía desde las plantas de luz eléctrica a todos los hogares y oficinas que necesitan dicho servicio. Sus empleados también son los encargados de leer su medidor, ya sea de forma remota o a través de un medidor inteligente o directamente en su residencia.
Puesto que se ha desregulado la generación de energía eléctrica, las empresas privadas pueden determinar dónde y cuándo es económicamente conveniente instalar nuevas plantas generadoras. También pueden elegir la fuente de combustible para dicha generación.
Texas se ha convertido en el líder nacional en capacidad eólica instalada y su capacidad solar también está creciendo con rapidez. La capacidad de generación ha avanzado al mismo ritmo que el crecimiento de nuestro estado, gracias al abundante gas natural de combustión más limpia de Texas.
Es probable que las funciones comerciales sean las que más cambios hayan sufrido con la desregulación. Nuevos distribuidores han incorporado al mercado innovadores productos que no existían en los viejos tiempos monopolistas. Productos prepagados, noches gratis y promociones de fin de semana, oportunidades de afinidad y varias opciones de contratación le han proporcionado innumerables opciones a los consumidores de Texas y todo a precios competitivos.
Y la posibilidad de elegir ha demostrado ser muy popular. Desde que la desregulación entró en vigor en el año 2002, alrededor del 40% de los residentes de Texas ha cambiado de proveedor de luz eléctrica por lo menos una vez, mientras que más del 85% de los usuarios industriales y comerciales también lo ha hecho.
Por desgracia, poder elegir puede resultar confuso. Saber qué tipo de plan es más conveniente de acuerdo a sus necesidades, uno de precio fijo o uno variable, implica conocer muy bien sus necesidades personales y la manera en que utiliza la luz eléctrica.
Si está dispuesto a hacer esto, puede ahorrarse dinero. Aquellos que no les gusta perder dinero. Los texanos gastan mil millones en energía eléctrica cada año. Eso es un número mayor a los residentes de cualquier otro estado de la Unión. Una de las razones de esto es el gran tamaño de la población; otra es las altas temperaturas que provocan un consumo elevado.
Pero una cosa es segura: Los texanos valoran su libertad para elegir, y en áreas desreguladas del estado, los residentes pueden elegir el proveedor de luz eléctrica y el plan que mejor les funcione.
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